Este tipo de fachada, por su acabado cerámico, presenta todas las ventajas propias del ladrillo cara vista:
- Material de gran calidad y elevadas prestaciones técnicas: elevada resistencia mecánica, buen comportamiento térmico, acústico y de protección frente al fuego, resistencia a fenómenos meteorológicos adversos, color inalterable, baja absorción, etc.
- Material sostenible. DAP (Declaración ambiental de producto) y Fichas para la certificación LEED, VERDE y BREEAM.
- Gran durabilidad y mínimo mantenimiento:
- El ladrillo caravista cuenta con una vida útil de 150 años conforme a su DAP, siendo esta cifra claramente superior a la certificada para los edificios en los que se integran (50-60 años), así como a la del resto de materiales de la construcción.
- La gran durabilidad y resistencia del ladrillo cara vista a las acciones climatológicas, hacen que estas fachadas no suelan requerir ningún mantenimiento o reparación en su larga vida útil.
- Con el paso del tiempo, los productos cerámicos vistos se mantienen en perfecto estado de conservación adquiriendo una pátina que los embellece.
- Grandes posibilidades de diseño gracias a la combinación de:
- Amplia gama de formatos, colores y texturas de los ladrillos cara vista.
- Variedad de tipos de aparejos (a soga, a tizón, etc.), tipo de junta (color y espesor), etc.
- Ejecución sencilla y con una amplia tradición constructiva.
- Soluciones muy económicas.