Impacto de la elección de materiales para la obtención del Sello BREEAM®

Máxima sostenibilidad del ladrillo cara vista y de los sistemas constructivos en los que se emplea. A lo largo de la historia arquitectos de todas las épocas han utilizado el ladrillo como pieza elemental de su arquitectura. En la actualidad son muchos arquitectos contemporáneos los que eligen este material para realizar obras vanguardistas e innovadoras al tiempo que eficientes y funcionales.

Para ellos, los fabricantes de ladrillo ofrecen soluciones innovadoras de altas prestaciones, sostenibles, eficientes energéticamente y cada vez más industrializadas, ideales para construir edificios que garanticen los estándares de calidad de habitabilidad de la arquitectura actual y de la del futuro.

Ante este reto las fachadas de ladrillo cara vista aúnan tradición e innovación para dar respuesta a las exigencias de eficiencia energética de los edificios que establecen las normativas tanto a nivel nacional como europeo. Un contexto donde cada vez cobran más importancia las certificaciones como el Sello BREEAM®, y por lo tanto la elección de los materiales para conseguir este reconocimiento.

Mara Rodríguez, directora técnica de BREEAM España explica que “nuestro certificado y método de evaluación va más allá de la eficiencia energética y la normativa, de hecho va más allá del propio edificio. Hemos trasladado nuestra metodología inglesa a nuestra naturaleza, nuestra cultura, nuestra climatología, a nuestra manera de construir y el impacto actual y futuro de esa construcción”.

El certificado internacional BREEAM está totalmente adaptado al idioma, normativa y práctica constructiva de España desde el año 2010 a través de un proceso consensuado -requisito a requisito- con más de 200 expertos y en continua actualización. El certificado, de carácter privado y voluntario, evalúa impactos en 10 categorías (Gestión, Salud y Bienestar, Energía, Transporte, Agua, Materiales, Residuos, Uso ecológico del suelo, Contaminación, Innovación) y otorga una puntuación final que sirve de referencia, junto al Manual Técnico de la metodología, para una construcción más sostenible tanto en fase de diseño como en fases de ejecución y mantenimiento, disponiendo de diferentes esquemas de evaluación y certificación en función de la tipología y uso del edificio: urbanismo, nueva construcción, vivienda y en uso.

“Es una metodología muy sencilla basada en un sistema de puntos donde evaluamos 10 categorías ambientales, para las que hemos establecido diferentes requisitos dependiendo del tipo de edificio. Estos requisitos nos aseguran que estamos reduciendo el impacto ambiental de la construcción. En el caso de la evaluación de los materiales su influencia en la valoración final es de entorno al 12%. La selección y adquisición de materiales contribuyen en gran medida a los impactos del ciclo de vida de un edificio a través de los aspectos ambientales, sociales y económicos de la sostenibilidad”, afirma Mara Rodríguez.

Para la evaluación de los materiales, el sello BREEAM® sigue 4 principios:

  1. Aprovisionamiento responsable. Con el que se pueden obtener hasta 3 puntos, y tiene en cuenta el porcentaje de elementos del edificio con materiales certificados y el rigor del sistema de aprovisionamiento responsable. Para este principio cobra especial relevancia si la fábrica está certificada con un Sistema de Gestión Ambiental en fabricación (proceso clave) y en cadena de suministro (por ejemplo la extracción de arcilla en el caso de la arcilla para la elaboración de productos cerámicos).
  2. Ciclo de vida del producto. Con el que pueden obtenerse hasta 6 puntos si se consigue demostrar a través de herramientas robustas y adecuadas el bajo impacto ambiental del ciclo de vida del material, con documentación como las DAP (Declaraciones Ambientales de Producto) y ACV (Análisis de Ciclo de Vida). “La evolución de estos parámetros en la última década ha sido considerable, gracias en parte al compromiso de fabricantes y asociaciones como Hispalyt que han asumido la investigación de sus materiales permitiéndonos a nosotros evolucionar nuestra propia metodología y requisitos”, apunta Mara Rodríguez.

En la actualidad están disponibles y actualizadas las DAP de las familias de materiales cerámicos registradas en el programa GlobalEPD de AENOR.

  1. Comportamiento durante el uso del edificio: durabilidad y resilencia.
  2. Innovación de los materiales.

Hispalyt pone a disposición de cualquier profesional las fichas para el sello BREEAM que acreditan el comportamiento ambiental de los productos cerámicos y facilitan la identificación de empresas y productos que cumplan con los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética según los requisitos mínimos de dicho sellos.

Residencia de Estudiantes La Platina (Salamanca). Morph Estudio. Obra Certificación BREEAM® Good con fachada autoportante de ladrillo caravista

La Residencia de Estudiantes se ubica en el desarrollo urbanístico de La Platina en Salamanca, una zona con una peculiar orografía del terreno, que obligó al estudio de arquitectura Morph a tomar algunas decisiones singulares para poder crear un espacio práctico y funcional, totalmente adaptado a su entorno.

Javier Belloso, arquitecto y socio director técnico de Morph, explica que “el reto fue motivador, hablamos de constuir un edificio universitario en la ciudad con una de las universidades más antiguas de Europa, y con una arquitectura y patrimonio histórico único. La fachada debía armonizar con su bello entorno, y elegimos un material atemporal como es el ladrillo para conversar desde la periferia con la piedra de las canteras de Villamayor, la materia prima con la que está construido todo el centro de la ciudad”.

La normativa medioambiental y los requisitos del sello BREEAM® condujo a diseñar y construir una fachada muy eficiente energéticamente autoportante de ladrillo clinker, donde se juega con dos tonalidades (clara y oscura) rompiendo la monotonía del volumen del edificio. Este elemento aporta un alto grado de eficiencia energética al edificio, ya que funciona de manera estanca y proporciona una envolvente continua de aislamiento. Para evitar los puentes térmicos, la fachada se llevó a cabo con ladrillo visto que se conecta a través de piezas metálicas a los cantos de los forjados y pilares permitiendo un aislamiento continuo.

La residencia tiene 260 habitaciones, garaje y espacios comunes (terraza cívica, gimnasio, comedor, zona de coworking, etc.) y ha sido construida siguiendo ambiciosos criterios de eficiencia energética, que le han valido para obtener la calificación BREEAM Good, siendo el primer proyecto en Castilla y León en obtener este reconocimiento y acreditando una reducción de emisiones de CO2 del 73% respecto al edificio de referencia, una mejora de demanda de la calefacción respecto al edificios de referencia del 62% o ahorro de consumo de agua de hasta un 30%.

La puntuación total de BREEAM fue de 51,47 puntos, y según Javier Belloso “hemos analizado cómo la solución elegida para la fachada ha contribuido a esta evaluación y estimamos que nos ha aportado 0,50 puntos en la categoría de gestión, 2,15 en la de salud, 10 en la de energía, 1,17 en materiales y 4,20 en la gestión de residuos”.

Este contenido ha sido elaborado a partir del webinar “Máxima Sostenibilidad con Fachadas de Ladrillo Cara Vista. Sello BREEAM®” organizado por Hispalyt y disponible para su visualización completa en nuestro canal de YouTube.

Para más información sobre el impacto en la sostenibilidad de los edificios de los materiales cerámicos visita https://www.hispalyt.es/es/sostenibilidad/presentacion